R.MAX

EL CAMINO AL CUADRO DE R.MAX

En el curso de sus numerosas accíones experimentales de pintura, R.MAX desarrolló la "pintura
maxista". Ésta se divide en el estilo de las pinturas impulsivas, en el de las pinturas estructuradas y
los cuadros en estilos mezlados. El estilo propio y virtuoso de la aplicación de los colores son dadas
en las pinturas impulsivas por medio de pinsel y colores echados, las pinturas de estructura se crean
con una técnica de espátula esforzosa hecha con cuchillo de paleta. Los otros estilos se crean con
técnicas mezlados. El artista prefiere cuadros de formato grande.

Invento y creación de un cuadro se forman para R.MAX en un proceso donde confluyen el
conciente y el inconciente. Sus obras y su contenido se desarrollan mientras el artista trabaja.
Visualiza y realiza sus ideas en el transcurso del proceso de la pintura y deja en la creación de sus
obras intencionadamente espacio a la casualidad. R.MAX dice a ésto:

"Mi pintura está en el proceso de formación a propósito sin intención alguna. Lo que puedo tomar
como idea son solo los pasos que ya están detrás de mí; los proximos no los conosco, se dan por sí
solos.
Mis percepciones personales durante el proceso de pintar un cuadro, así como llevar a la práctica
tales sensaciones en acciones intuitivas y reacciones trabajándo el cuadro, tienen gran importancia.
Es una forma de proceso de investigación, que está abierta hacia adentro, como tambíen hacia fuera
y yo como pintor soy en ese caso el domador de la forma y el color".

La pintura de R.MAX se da sobretodo en formas y encuentros de cuadros sin directriz, de
inspiración espontánea. En vez de comenzar con una vision del cuadro preconcebida, R.MAX
empieza mayormente con el puro acto de pintar, quizas con una idea aproximada, pero sin un
concepto fijo, dejándose llevar totalmente por "la aventura de pintar".

La libertad más alta se paga con un riesgo más alto, la posibilidad de fracasar en los procesos de
pintura son concientemente incluidos como cálculo en las acciones artísticas. Que los cuadros, a
pesar de la evidencia de agressiones latentes, miedos profundas y fuerzas primitivas, no muestren
una imagen deprimente e inexistente del mundo, es gracias a que R.MAX sabe manejarlo
soberanamente. Mas bien nos lleva a la conciencia la ambivalencia de fuerzas elementales e
instintivas.

Amenazas así como resistir, estar en manos de alguien - sobrevivir; estar en peligro - resistencia;
estas vivencias tematizadas en sus cuadros tienen en el nombre fuerzas instintivas opuestas, y así se
encuentran en sus pinturas la esperanza inquebrantada, que deja sentir el aliento del hombre
luchando por su existencia.


Sus cuadros están llenos de imponente fuerza y una densidad atmosférica que va directamente en
dirección al espectador para "atacarlo" de todos lados, para envolverlo, para atraparlo.

Sin duda: estos cuadros intencionan un efecto inmediato, son extraordinariamente nuevos y
provocan radicalmente. El secreto de lo visual, un cierto estetisismo de la subjetividad, es
indiscutible y enlaza en forma particular la fascinación y la irritación.
El proceso de una constante variación marca así todos los trabajos de los últimos tres años, de un
estado de agotamiento de la pintura moderna no se puede sentir nada en las obras de R.MAX.

Sus estilos son desenfrenadamente expresivos y convencen a traves de la síntesis de efecto y matiz.
Llamativo es la firmeza con la que el artista llega a una conclusión afirmada de la perdida de la
utopía del arte y a la compresión de la falta de funcionalidad y perspectiva de la propia ocupación
modificándola radicalmente y llevándola a una formulación artística, siendo incomparables los
enlaces de impulsos sensuales y estrepitosos con los gestos pintorescos de imponente soberanidad.

Una cosa es evidente: para él siempre se trata de que estructuras rígidas sean abiertas dándo espacio
para nuevas experiencias y formas de ver la obra. Sobretodo con sus dos estilos actuales de los
cuadros impulsivos y los cuadros estructurados R.MAX ha consolidado, aunque a ésta pintura se la
ha creído muerta o dado de muerta, con sus desencadenamiento de formas y colores en relación a
una dirección controlada de pintura un terreno nuevo y vital.

La pintura es el medio para la presentación de uno mismo. El artista es las dos cosas a la vez;
marginado y genio como tambien usurpador. Un arte que solo se tiene a sí misma como meta y que
niega todo tipo de relación con las esferas extra-estéticas, no corresponde a éste arte.
La ocupación analítica con sus trabajos revela la fuerza extraordinaria de la forma y la energía
creativa del artista.

"Yo soy todo lo que soy por medio de la pintura. No existo sin la pintura"

dice R.MAX.

Para él, despues de todo, no se trata de la revolución del arte, sino que se trata del desarrollo en
referencia de la autonomía absoluta y de ésa manera la legitimación de la propia existencia.
Ésta altitud se manifiesta grandiosamente en sus obras y en su obstinación estética. Sus cuadros
imponen e inspiran nuestra fantasía, los paisajes extraordinarios de R.MAX dejan el marco de lo
cotidiano en el arte contemporáneo ampliamente detrás suyo.

¿QUÉ FUNCIÓN TIENE UN CUADRO PINTADO Y QUE SIGNIFICADO LE DA SU CREADOR?

Posibles respuestas conciernen las condiciones generales del arte y su apreciación a principios del
siglo 21. Por supuesto que R.MAX sabe que la pintura en vista de un aumento de la disolución de
los límites del género y un aumento de la recepción de medios electrónicos ya no tiene el mismo
valor. Que hace unas décadas, cuando la pintura contaba como uno de los líderes en el espectro de
las bellas artes. Su meta declarada es, con restricciones, restituir el nimbo de antes.

La marcha hacia lo nuevo, cambios estilísticos abruptos, el descubrir de una sabiduría positiva en el
proceso de adquirir y apartar, de aprender y olvidar, de la creación y destrucción de formas,
convenciones etabladas vistas como obsoletas y la búsqueda de medios de expresión nuevos fueron
en el crear de R.MAX constantes estímulos.

Esto no quiere decir nada negativo. Al contrario, su pintura muestra un potencial sin límites con una
creatividad constantemente regenadora. En la que actúan y se compensan dos componentes: lo
inmediato y la reflección, como tambien lo quebrado y la perfección.

En retrospectiva a sus comienzos artísticos se encuentra y eso vale hasta el día de hoy - que
R.MAX expresa una manifestación sin igual de la propia subjectividad en el cuadro.
Su creación está llena hasta el día de hoy de altos y cambios marcantes, lo que siempre fascina, pero
que tambien provoca preguntas, que causa entusiasmo o desconcertez y asombro, a veces tambien
rechazo, pero de ningun modo deja al espectador indiferente.

En total sus cuadros reflejan, aunque nacen de una postura decididamente egocéntra, una
problemática sobreindividual, que facilita ver el mundo que vivimos y la situación de las bellas
artes con sus rechazos y sus conflictos.

En sus obras de los años anteriores aún tenía en vista la búsqueda de la expresión artística adecuada
para la realidad propiamente vivida. En todos sus estilos sensacionales, el autor trabaja más radical
que nunca bajo el aspecto de la originalidad de ideas pintando cosas que hasta ahora no ha pintado
nadie.

Las posibilidades de jugar en sus pinturas no tienen límites para R.MAX, evocación y extinción,
desvelar y ocultar se entrelazan.

El entiende la pintura como un continente inmenso en el que hay que penetrar, un depósito enorme
de posibilidades del que se puede sacar provecho y llega así a una manera de ver y a una manera de
expresión nueva e inconfundible.

No es en éste caso un diagnóstico de nuestro mundo estropeado en el que vivimos, sino que con sus
cuadros extraordinarios no deja espacio a ningún pesimismo ni a un estado final. Es evidente que
éstos cuadros nacen de unas profundas ganas de pintar, la obra terminada debe quedar enigmática y
no agotarse en la fundición de superficialidades. La conclusión es: los cuadros de R.MAX son
fenómenos extraordinariamente estéticos, no solo fascinan al espectador, lo cautivan tomándolo
como rehén.
Peter Meyn, periodista, Hamburgo - Alemania, 2007.

CURRICULUM VITAE

Nacíó como Ralf Maximilian Berninger
en Idstein / Taunus, cerca de Francfort de Main en Alemania
Músico, autor, compositor
Estudios universitarios de arquitectura y arquitectura interior en la Escuela Técnica Superior
de Wiesbaden en Alemania
Artista independiente, paralelamente trabajos en diferentes profesiones, frecuentes viajes
de estudios, perfeccionamiento artística de la manera propia de trabajar
Recepción del nombre R.MAX, desarrollo de la pintura maxistica, actividad y trabajo con
esculturas, únicamente como trabaja artísta independiente
Numerosas exposiciones en relaciones detalladas y participación en exposiciones nacional y
internacional
Encargos para coleccionistas particulares y empresas
Promoción de Ministerio de Hessen para Ciencia y Arte
El artista vive de momento en la isla de La Palma, Canarias y cerca de Frankfurt Alemania.